ACÁ ESTOY YO

Barcelona le ganó 3-2 el clásico al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en un partido épico. De esta manera, ambos son punteros y todo se definirá en las últimas fechas. 


Foto: Agencia Télam

El Real Madrid, que venía entonado luego de eliminar al Bayern Múnich y así poder clasificar a las semifinales de la Champions League, sabía que un triunfo ante el Barcelona le daba prácticamente la liga. Por la otra vereda, estaba el Barcelona, que fue eliminado por la Juventus en el plano internacional. El conjunto catalán se jugaba un partido decididísimo, ya que estaba obligado a ganar el clásico para seguir prendido y pelear mano a mano contra el conjunto madrileño por el campeonato.

Fue un partido de ida y vuelta. Con varias ocasiones de gol para cada equipo. El primero que convirtió fue el local, con un tanto de Casemiro en el minuto 29. Sin embargo, tres minutos más tarde apareció el mejor jugador del mundo, el que siempre hay que marcarlo porque si le das una oportunidad, te la manda a guardar. Lionel Messi, para clavar el 1-1.

En el segundo tiempo, hubo más situaciones de gol. El equipo azulgrana tuvo tres ocasiones muy claras para convertir. Y fue en el minuto 73 cuando Rakitic pateó desde afuera del área para clavarla al ángulo y convertir el segundo tanto. Parecía que se le abría el camino de la victoria para el equipo dirigido por Luis Enrique, ya que cuatro minutos más tarde fue expulsado Sergio Ramos, tras una fuerte falta a la pulga. Sin embargo, James Rodríguez igualó el partido, cuando recién había entrado al campo de juego, tras un centro de Marcelo. Las caras de los jugadores del Barcelona lo decían todo: totalmente decepcionados, sin poder creerlo.

Faltaban dos minutos para que terminara el partido. Todo parecía un empate, hasta que el desenlace fue como los fanáticos de Lio querían: Sergi Roberto comenzó desde su campo, pasó a André Gomes, éste la cedió a Alba y el lateral izquierdo se la dio a Messi, que con un zurdazo clavó la pelota a la derecha del arquero Navas, que nada pudo hacer.

El crack argentino convirtió su gol 500. Catalunya está de fiesta. Ahora están igualados con 75 puntos, aunque cabe decir que los madrileños tienen que un partido menos. Por eso era necesario que el Culé ganara, para no perderle pisada al merengue.

Una vez más, el mejor jugador del mundo, apareció y dijo “acá estoy yo” ante toda la multitud madrileña. 

Por: Mauricio Quintero

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